La transformación digital tiene muchas definiciones, pero ninguna tan concisa y precisa como la integración de la tecnología digital en todos los aspectos del negocio. Internet abrió las compuertas y, en los próximos años, la transformación digital afectará a todas las industrias.
La forma en que los consumidores han aceptado Internet es algo que sorprendió a las empresas.
En 2008, sólo 27.6 millones en México tenían acceso a Internet; ¡En 2018 hemos saltado a 79.1 millones de internautas y se proyecta que alcance 113 millones y más en 2025!
En algunos países, como Japón, la transformación digital incluso pretende impactar todos los aspectos de la vida con la iniciativa Sociedad 5.0 del país, que va mucho más allá de la visión de la Industria 4.0.
En el ámbito de esta visión general de la transformación digital, nos centramos principalmente en la dimensión empresarial. El mencionado desarrollo de nuevas competencias gira en torno a las capacidades para ser más ágil, en la innovación, en soluciones orientadas a las personas, servicios centrados en el cliente, actividades eficientes y capacidad de aprovechar oportunidades para cambiar el status quo sobre nuevas soluciones basadas en información y servicios.
De acuerdo con estudios de Dell Technologies, para que nuestro país se transforme digitalmente es aún distante. Estos son algunos datos:
- El 49 % de las empresas va hacia el cambio de forma gradual
- El 31 % mantiene áreas de innovación y un plan digital maduro
- El 14 % invierte en los procesos de transformación digital de forma tentativa
- Solo el 4 % de las empresas forma parte de los que están como lideres en está transformación
La transformación digital llegó para quedarse, es inevitable y da como resultado un uso más eficiente de la mano de obra y una mayor participación de la fuerza laboral. Esto conduce a una mayor productividad que es esencial para el crecimiento sostenido.
El 95% coincide que hay varios impedimentos para consolidar la Transformación Digital; 86% considera que la migración debe ampliarse a otras áreas; 97% se preocupa por las dificultades para atender las exigencias del cliente y el 55% teme que su organización quede obsoleta.